lunes, 13 de agosto de 2007

"Se un vecino del Profeta"

Primera línea de mezquita

Esta mañana he leído un artículo en el Kuwait Times (en inglés) que me ha dejado a cuadros. En él se comenta que son dos cosas, teoricamente contrapuestas, las que están cambiando (para bien o para mal, según para quién) la ciudad santa de La Meca: el extremismo religioso y el capitalismo. Por un lado la bonanza económica, que con los altos precios del petróleo está viviendo Arabia Saudí, se ha trasladado a Meca. Y con ello un desarrollo urbanistico que se refleja en la construcción de grandes centros comerciales y enormes edificios. El artículo se queja de que diversos lugares, como la casa del Mahoma, están siendo "invadidos" por hoteles y construcciones en lugares adyacentes. Uno de los proyectos en desarrollo más visibles son las Abraj Al-Bait, las Torres de la Casa, que se están levantando en las inmediaciones de la Gran Mezquita, donde cada año millones de musulmanes acuden en peregrinación. Este edificio tendrá una superficie construida mayor que la del Pentágono y en su base existe ya un centro comercial donde es posible ver a peregrinos (con sus toallitas de peregrinaje) comprando en un Body Shop. La inmobiliaria de dicho edificio se anuncia en la prensa local como: "Se vecino del Profeta", pues desde el mismo se tienen perfectas vistas al interior de la mezquita. Muchas voces críticas han sido levantadas contra este boom de la construcción, donde parte de la familia real está siendo favorecida económicamente. Las razones que se esgrimen además de las religiosas (respeto, etc..) son estéticas. La verdad es que el tema es serio, ¿qué pasaría si en El Vaticano levantaran un Pirulí?,¿o si en el Obradoiro contruyeran un World Trade Center?. A mi el edificio en cuestión me gusta, sobre todo por el toque rancio-soviético que tiene.



La casa del pueblo de Volgogrado, perdón el proyecto de la Meca como quedará acabado.


Por otro lado la policia religiosa, la muttawa, vigila que los peregrinos no adoren restos en los que el profeta o su familia vivieron. Parece ser que según la doctrina más estricta, no se debe adorar a nadie más que a Dios, por lo que acudir a lugares "santos" como tumbas, casas, etc. para rezar está prohibido. Hombres simpáticos como el de la imagen se encargan de vigilar dichos lugares (como las tumbas de familiares de Mahoma o su casa) para que nadie intente, ni de cerca, rezar ahí. Con el consiguiente alucine del personal y crítica de muchas personas como en el propio artículo se refleja. Hay que destacar que hace ya tiempo algunos de los lugares "santos" fueron arrasados por los extremistas hace ya muchos, muchos años. El tema se complica cuando peregrinos chiitas acuden al lugar para ver los sitios donde, por ejemplo, Ali (su hombre santo) o su familia estuvieron.

Como te pille adorando a la calabaza.....


Y así es como están las cosas, contradicciones en Arabia Saudí.

1 comentario:

Destructor dijo...

Muy bueno lo de "como la casa del Mahoma". Lo de poner "del" queda cojonudo, jajaja

Destructores saludos