martes, 23 de octubre de 2007

EN LEJANO ORIENTE (I)


¡Ya estoy de vuelta! Y es que he tenido unas merecidísimas vacaciones. He aprovechado para ver a un buen amigo en Shanghái. Como si estuviera aquí al lado….! La verdad es que estado poco tiempo, 3 días, pues después marché a Singapur a ver a una amiga especial. La verdad es que no puedo contar con lujo de detalles todo lo que vi o sentí, pues estaba abrumado constantemente. La ciudad es enorme y llena de contrastes. Parece ser que en los últimos años ha crecido y cambiado de sobremanera. Marismas que ahora tienen zonas financieras, barrios enteros de pequeñas casas que ahora son han dejado paso a enormes torres de apartamentos.


Llegar al aeropuerto ya es una experiencia, éste es moderno y cuidado. Lo mejor, coger el tren de levitación magnética que te lleva a la ciudad a 430 km/h!!!!! Una vez en el meollo te abruma las masas que recorren las calzadas, bicicletas, coches, grandes torres, chinos fashion, chinos…chinos!!!!La ciudad tiene, lo que yo ví, un trazado ordenado, con avenidas grandes y edificios modernos. Aún quedan islas de antiguos barrios, algunos convertidos en zonas fashion con galerías de arte, cafeterías y tiendas. En las zonas más comerciales todas las marcas de renombre internacional. En los taxis ni una palabra de inglés. Por la noche discotecas y bares que ni en España, al amanecer mercados callejeros de lo más auténticos.


Mercado callejero...¿qué era eso del H5N1?

Y, ¿dónde queda el comunismo? ¿Y la igualdad de clases?, que patente queda tras mi visita, ya no existe. No entiendo mucho de ese país, que a nuestros ojos uniforme, guarda notables diferencias en su extensa geografía. Núcleos con gran empuje económico y zonas agrarias tradicionales. ¿Es sostenible esto? No se, pero para mi mantener ordenados a 1.300 millones de personas y sacar a cientos de millones de la miseria tiene su mérito, independientemente de libertades etc. Y es que cualquiera en democracia saca a millones de personas de sus casas para montar una presita que es por el bien común.

Vista aerea desde el Jin Mao

Durante la mayor parte de la el PIB de China oscilaba entre el 40% y 60% del mundial. Dato derivado, claro está, de su cuantiosa población. Y ésta posible gracias a una fertil tierra y una geografía sin grandes barreras que permitió una relativa uniformidad y la extensión de un gobierno centralizado. Bajo el cual se desarrollaron, por ejemplo, la pólvora y brújula. Debido a avatares internos de lucha por poder, el país parece que perdió la dinámica de desarrollo en el S.XVI, siendo su riqueza generada claramente inferior a las de las potencias occidentales en el S.XVII e ínfima respecto a la mundial en el XIX, durante plena Revolución Industrial. Que Dios nos pille confesados como se pongan todos manos a la obra!!!!! ¿Puede el planeta aguantar el desarrollo (por su parte innegable a todos por igual) de miles de millones de chinos y de indios? A saber…pero hay que pasarse por ahí a ver que va ocurriendo, parece que el centro de gravedad de nuestro planeta se está escorando hacía otro lado…o no?

La parte más tradicional...y para mí la que tiene más "chicha"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

con ver la última foto, ya me imagino el olor de las calles: ummm, ese calamar seco, ese aceite de sésamo refrito, esa contaminación...oye, Asia es un poco todo same same, no?
saludetes amigo especial...

Destructor dijo...

Ay majo, que asco de foto esa del chinorri pelando pollos...Diossss, jodido Oriente, sea medio o entero...!!