lunes, 24 de septiembre de 2007

PINTAS VARIAS

Demostración variada de moda paquistaní

Unas de las cosas que más me llamaron la atención al llegar a Riad (hace ya más de 9 meses), era el hecho de ver a la gente “disfrazada”. Me explico, en un post anterior expliqué la indumentaria saudí, que es vestida por la gran mayoría de los sauditas. Además las mujeres, como es sabido, van todas con la abaya y velo y por si no fuera poco están los inmigrantes con sus trapos típico (imaginad un afgano o pakistaní, telita…). Total que en el día te cruzas a masas de gentes con túnicas y trapos en el pelo, cosa que me parece estupenda pero que no deja de chocarme. Para añadir más preciosismo al asunto, las pintas son acompañadas por otros elementos, como grandes barbas, a veces teñidas. Cuando creias que esa gente solo existía en el telediario encima de una pick-up lanzamisiles en mano atacando las posciones de la OTAN en Afganistán.....te las encuentras en Riad!!!!!

A mucha gente de ésta si te la cruzaras en España te echarías al suelo, ¿o no?

Sin lugar a dudas los más “chungos” son los afganos o pakistanís. Las pintas no solo se quedan en la ropa o barbas, si no que hay que unir rostros curtidos por temperaturas extremas y mirada del que lo ha visto todo en las montañas de Tora Bora (Afganistán).

Peregrinos a La Meca con las "toallas" al uso para el evento

Pero una vez pasado el shock de las “pintas”, llega el cultural. A mí lo que más me ha sorprendido es la ignorancia, derivada muchas veces de la pobreza y falta de desarrollo (refiriéndome a los inmigrantes), los hace aún más temibles. Aquí algunos ejemplos:

· Cruzar la autopista de 5 carriles con túnica y chancletas, con resultados sangrientos.
· Conducir con los pies sacados por la ventanilla
· Llevar a los niños esparcidos por el coche, incluido el regazo del conductor.
· Incapacidad plena para hacer colas y esperar, siendo el método común masa horizontal delante del mostrador.
· Necedad total en los aeropuertos y aviones.
· Diversas y variadas dificultades en la comunicación, siendo muchas veces el arma de la Sociedad Secreta.
. Y mil anecdotas más que son relatadas en los blogs de al lado.

De las experiencias más sorprendentes vividas aquí, en lo que a este tema respecta, destacar el intento de una madre de meter a su hijo dormido en un capazo dentro del portamaletas del avión, gente corriendo en los pasillos durante el aterrizaje, no saber abrocharse el cinturón del avión (teniendo el menda que, gentilmente, abrocharlo) o no saber siquiera abrir la caja de cartón donde está la comida de un vuelo e incluso el plástico que envuelve los cubiertos. Es cuando le abres la bolsita de las servilletas a un barbudo de 40 años que parece sexagenario cuando te das cuenta que muchas de las actitudes y costumbres, más allá de la cultura, son fruto de un menor desarrollo y una total ignorancia de un mundo que marcha más deprisa que ellos.

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